- SIGAMOS VALORES DEJEMOS DE SEGUIR PERSONAS -

Recientemente fue nominado al premio Ig premio Nobel, un grupo que desarrolló un algoritmo que nos sugiere cuando poder mentir y cuando no.
Se está provocando deliberadamente el relajamiento de la moral mediante la deconstrucción de lo verdadero; sabemos que nunca se debería mentir, ahora se honra, dentro de una sociedad que premia al mediocre, al incapaz de competir por si mismo, porque para comenzar se pierda - la confianza - entre nosotros y podemos decir los mismo de la - certeza de las cosas - en términos más formales; creando así un clima de incertidumbre.
Ahora existe, sacado de la manga por su puesto, el hackeo "ético" y dan cursos para especializarse en el "hackeo ético " en la nueva moral del todo vale, en donde las corporaciones globales, se han especializado en mentir, hackear, calumniar o difamar como cosa normal, apartada de toda censura.
El sistema de medios obscuros, así como la "dark" academy" a saber Harvard, Yale, Oxford... en adelante, siempre nos habla de creencias, pero evitan, ocultan o desvanecen el referirse a los valores éticos y morales, en aras de la eficiencia y dejándolos en manos de - la moda - impuesta como valores a la carta, muy convenientemente para crear líderes sintéticos y valores ADOC, para permitir impunemente a las corporaciones multinacionales que hagan el trabajo sucio de experimentar con la humanidad.
La gran mayoría de inventos que se están produciendo requieren de un análisis sobre los efectos éticos o morales de acuerdo a nuestra humanidad; aún a costa del desarrollo, puesto que se corre el riesgo de que el abandono de tales estudios (que requieren una comprobaciones a largo plazo, necesariamente) lleguen a ocasionar efectos fatales sobre las poblaciones.
Nos están llevando al punto de "sugerirnos" coercitivamente si cabe el término mafioso, de que les cedamos a las tecnológicas nuestra capacidad de decisión, que es la base principal que permite nuestra autonomía y con ello, autorizar al sistema a decidir por nosotros, cediendo nuestra libertad a unas cuantas opciones previamente autorizadas. Pronto ellos nos van a decir que es lo que nos conviene para nuestras vidas, la de nuestros hijos y familias.

Marie Curie no se tragó el Polonio en cuanto lo descubrió.








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