He visto convertirse en demonios a quienes hacen del dólar su dios y así mismo he podido corroborar como nace la soberbia; los he visto comprar almas (a pura fuerza) seres que viven de denigrar a los demás y gozan al hacerlos sufrir como deporte; pero también mi dios me ha permitido ver caer delante de mi, a los más soberbios de todos; seres que se creían intocables con sus bóvedas de dólares caer hasta lo más bajo. Este sistema se ha caracterizado por premiarlos; son los delincuentes los únicos que pueden sobresalir en un sistema demoníaco gobernado por ¡ignorantes! que ignoran que ha llegado su fin. 

He visto a los soberbios e impíos triunfar por nada, en un sistema de seres soberbios que se ha caracterizado por premiar al más mediocre, traidor y delincuente de todos. Nuestros supuestos líderes, soberbios sin duda, nos dirigen a toda la humanidad hacia el propio infierno. 

Comentarios

Entradas populares de este blog