SOCIOLOGÍA FRACTAL O SOCIOLOGÍA CHAPINA (FRAGMENTO)

PERSPECTIVA TEÓRICA 

Podemos considerar a la familia como un sistema fractal de manera que podemos darle el tratamiento de unidad fractal elemental (Z = familia) fijado en el  plano de los complejos, dentro de un sistema cerrado (finito) a saber, la humanidad, formado de distintas sucesiones de zetas como punto de partida.

En consecuencia la familia se constituye como un arquetipo social, que puede encontrarse en sus inicios en estado salvaje, el cual evoluciona de manera constante, por asociación de familias - por empatía - como condición necesaria y suficiente, produciendo de manera emergente dos cosas, a saber, familiaridad y consciencia, propias de la espiritualidad y la metafísica, lo cual, impone una impronta en los individuos al momento de particularizar los hechos y las cuales, constituyen un vínculo individual y otro colectivo como condiciones necesarias y forzosas para la constitución de cualquier civilización (estado no salvaje propio de las criaturas inconscientes) propio de cualquier entidad compuesta de distintas culturas sustanciales, cuya sumatoria igualmente la particulariza esencialmente a partir del orden que presenten sus sustancias o propiedades (en teoría de conjuntos ) y sus intensidades con las que se presente, como propias de su clase lógica, mismos que designan los hábitos y las cosumbres. 

 

Dicha unidad fractal constituye un arquetipo que es en sí mismo un isomorfismo entre clases, lo  que les permite a los individuos reconocerse entre los miembros de su propia especie (por razones de conservación) De manera que, siendo que se ha observado, que todos los sistemas de forma trivial crecen fractal mente la humanidad se constituye de fractales - familias - que han evolucionado a largo plazo (millones de años) desde su estado salvaje hacia su estado civilizado constituida de seres, conscientes de su responsabilidad que les otorga - su libre albedrío - y que se presenta como condición igualmente forzosa y necesaria para alcanzar la categoría de - civilización y de seres civilizados - 

 

En consecuencia, en la familia cada uno de los elementos que la componen a saber: padre, madre, hijos, hermanos (los cuatro elementos) constituyen la base de cualquier civilización, que, en  nuestro caso, se particulariza como  la humanidad, y que actúan como una alquimia transformadora del espíritu – el espíritu humano - entidad colectiva de carácter fractal, caracterizada de espiritualidad, a saber - familiaridad, consciencia y empatía - mismas que producen de manera emergente la condición humana. Es decir, nuestra cualidad más importante es la espiritualidad que nos caracteriza y particulariza discriminando a las demás criaturas, no así, lo sapiens, como se nos ha hecho pensar.

 

Por lo tanto, podemos presumir; que el conservadurismo con su nuevo y autonombrado sobre nombre de – progresismo o progre – pretende destruir a la familia y dejar al individuo en estado salvaje (su estado de criatura) para entonces asumir ellos únicamente, el estado de – seres civilizados – que pueden vivir en familia y continuar viviendo de esta manera gobernados por unos cuantos clanes familiares que se constituyen en el tiempo a manera de dinastías, manteniendo así el statu quo de las cosas.

 

En tales circunstancias la única manera de que el individuo pueda enfrentar al estado es fortaleciendo sus lazos de empatía, a saber, familiaridad, consciencia por medio de la empatía y que producen -  la espiritualidad - como opuesto a lo salvaje, en donde la unidad elemental – la familia – entre más graníticamente unida permanezca, más valor adquiere y por ende tiende al mejoramiento de la cultura humana en su procceso civilizatorio, siendo ésta la entidad que nos provea de los valores y principios suficientes – propios – para enfrentar al estado de manera unitaria y universal. 


De manera que - lo natural, como trivial en el cálculo - es construir entidades sociales teniendo como base una unidad fractal (fija) en términos de la ética y la moral, generadoss de manera arquetípica la cual, va a evolucionar (que se transmiten genética y cultuealmente de generación en gengeración) durante generaciones en distíntas condiciones posibles, a largo plazo y no así de manera planificada por el propio ser humano (excenta de sesgos) de manera ccentralizada e impuesta y la cual, contempla tan sólo una fración del tiempo del humano en la tierra como lo propone el autonombrado nuevo orden global. 

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En consecuencia el Proceso e globalización - por condicción de Mandelbrot - no puede desprenderse de su uniad natural Z (fija) de ninguna manera posible, puesto que se ha observado que todos los sistemas en la naturaleza se constituyen de manera fractal. 

En ese sentido, durante proceso de selección natural - hacia algo – que debe ser necesario, para que pueda entonces medirse su progreso) en nuestro caso la humanidad contenedora de - la propiedad humana - lo espiritual ya enumerado  -  de acuerdo con la tesis; va entonces su consciencia de acuerdo con su nivel de – ser salvaje – o – ser civilizado - simultáneamente al proceso de vida, constituyendo al proceso de vida en un proceso de madurez, misma que es de orden espiritual y generadora de una consciencia generadora de la confianza que progresa conforme a niveles de confianza adquiridos por empatía, como condición humana (la ley no tiene ningún valor cumplirla, no produce virtud mientras que actuar de buena fe por madurez del proceso (tazado en millones dde años) sin poder cohercitivo ninguno, permite que se produzca e incremente las virtudes) La ley dentro de poco va a dejar de ser útil, por los efectos de la aceleración del tiempo que ya discutimos, a menos que, la inteligencia artificial asuma ese papel - y siendo que, la única manera que tiene para juzgarnos es, en base a un proceso (como todo proceso tiene un principio y un fin) de madurez establecidos - a priori - es en base a nuestra espiritualidad. 

En consecuencia, he diseñado un modelo de economía fractal que pueda 




 







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