Nueve versos, un único candado

redes de vocablos entre trelazados 

varios dibujos monótonos animados. 


¡Aquellas! miradas en el espacio vago, 

algunos sortilégios; ¡llave en mano! 

corazón cifrado; palpitándo y palpitando.  


Todo aquello metido en el imaginario,

sobre el espejo de un bar ¡aquel trago! 

palpitándo y palpitando, palpitando. 

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