SOMOS EL HOMO ESPIRITUALIS, NO SIMPLEMENTE EL HOMO SAPIENS.
La lucha es de orden moral; la lucha es por el control de nuestro libre albedrío – nuestra autonomía - a todo nivel - se busca someter nuestras voluntades, por medio de monopolizar el control de nuestra humanidad, a saber, familiaridad, hermandad, fraternidad, paternidad, maternidad, amistad que nos caracterizan como especie, a diferencia de las demás criaturas y que son características esenciales y forzosamente necesarias para poder constituir una sola humanidad.
Nuestro ser no es producto de una ocurrencia pasajera, se trata de un ser que ha evolucionado durante millones de años, empero, lo que nos hace diferentes de todas las demás criaturas en – nuestro espíritu – constituido de valores abstractos e inmateriales, constituidos evolutivamente por selección natural, durante millones de años sometidos al mecanismo de prueba y error y nos encontramos en un momento histórico como humanidad, en el que debemos probar que hemos capaces de haber construido durante generaciones una civilización justa y equitativa dentro de un proceso de madurez de las cosas, no por ley, una condición propia de orden natural que permita a todos sus miembros alcanzar su plenitud humana dentro de un proceso de valorización de la persona (templo) en la construcción de un único templo para todos.
No se nos olvide; La lucha es por saber quién de todos va a obtener nuestro libre albedrío (hay que tener los valores propios, bien puestos) Nuestra verdadera independencia es una independecia contra el sistema, no así, contra un estado así sea una potencia.
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