Primemos los principios y los valores del ser humano, no así a las personas; no seamos idólatras corremos el riezgo, de que, nos descepcionen; en consecuencia, una cosa es existir como el ser fenoménico que necesariamente es dirigido hacia los demás, igual para todos, quienes dan fe de el, nuestra existencia racional y otra muy aparte es ¡vivir! que va dirigido hacia nosotros mismos, nuestro interno, sensacional,  para quienes experimentamos la vida de forma consciente (la existencia consciente ) a la cual, alimentamos con nuevas experiencias y nos informa sobre todo, aquello que -es o no es - nuestro ser, en el estado terrícola de la especie homo sapiens. 

Nos encontramos en el moménto histórico en el cual se nos quieren transformar nuestras experiencias humanas por experiencias gigitales, inmersos en estados mentales inducidos.