Lo que estamos presenciando no es más que un síntoma de la descomposición moral de la humanidad debido a que se ha convertido en una civilización cortopacista que solamente se alimenta de la satisfacción inmediata y ha descuidado sus valores; mismos que se constituyen de forma forzosa - a largo plazo - y de manera empírica necesariamente. 

La confianza es la base de la lealtad y la familiaridad y constituye la certeza incondicional, misma que se está perdiendo y promueve el Leviatán; cada vez más, nos cuesta encontrtar personas de confianza, mucho menos por quien votar o como proteger los bienes. Una persona de confianza es cada vez más difícil de encontrar y lo escaso incrementa su valor, no así, los - profecionales clonados - que hoy por hoy, son totalmente sustituíbles por la inteligencia artificial - todos - 

Lo que no puede ser sustituible son nuestros valores, que no son negociables tales como - la confianza y que se construyen a largo plazo de forma necesaria, mismas que no requiere de altas velocidades de procesamiento, empero quem requiere necesariamente de una comprobación de los resultados a travez de las generaciones inclusive, requieren que los hechos maduren, que es, la fuente de la consciencia, misma que es la parte esencial o propiedad que nos caracteriza (no así la únicamente la inteligencia que nos hizo autoproclamarnos como - el sapiens - ) o la vondad, la amistad, el amor, que son los valores humanos que nos han permitido realizar enormes estructuras a nivel global (a diferencia de las demás criaturas) como la internet y ahora, como la humanidad misma. 

Vivamos con techo de cristal, sin tener que ocultar nada; conciencia tranquila

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