La batalla final del conocimiento será entre la inteligencia artificial en contra de nosotros los poetas, quienes utilizamos recursos sencibles propios de la experiencia y de nuestra espiritualidad (que no son patrimonio de las máquinas) propias de nuestra naturaleza (no somos máquinas calculadoras) en ese sentido, las máquinas, cuentan con todo el apoyo de la industria tecnológica y los recursos de todos los estados, que, según sus intereses, se enfilan en una franca traición a la naturaleza humana, de acuerdo a la degenerada ideología de la era tenotrónica que impulsa la comisión trilateral desde su fundación.

Solo una persona con un muy baja autoestima puede compararse a si mismo con una máquina, hasta el punto de promover la hibridación de ambos, entregando nuestras propiedades que nos caracterizan como universal humano; mismo que estamos camjeando (nuestras almas, que hacen de nosotros seres superiores; nuestra espiritualidad) por papelitos verdes sin respaldo o de monedas digitales condicionadas impuestas CBDC. Nos entregan a ptiori, encadenados como esclavos digitales a las CBDC (que es un softwere) ... Mordaza. 

Despues de millones de años de selección natural, el hombre de élite propio del ego, síndrome de seres - con muy baja autoestima - se constituyen como la única criatura natural, que, se entrega cobardemente ante quien, según, sus bajas autoestima le hacen conciderar - al softwere como el más apto - traicionando a su propia especie. (Nosotros y nuestros antepasados, somos como el oro fino, que ha sido probado en el crisol siete veces)

... el Armagedón digital.