Nuestro pensamiento se hace obsoleto, a cada momento, la velocidad del cambio se hace, cada vez, más descomunal, pronto lo que sabemos, sobre alguna materia, lo deberemos reemplazar por nuevo conocimientos, cada vez mas, a mayor velocidad (por el efecto Tofler, que ya mencionamos) hasta que la velocidad, a la que se se produzca la información tiende a llegar a ser, cada vez, mayor; que, la información que puede ser absorbida por nuestros sistemas, y que luego deberá poder ser comprendida, depurada, etcétera y otro plazo mas largo aún, para interpretarla y posteriormente consensuarla ... y aplicarla, para luego, experimentarla, obtener resultados; reinterpretarlos y el proceso continúa como una eterna historia del conocimiento, que siempre se cumple, pero cada vez, mas aceleradamente.
Nuestras carreras mismas, empresas o para cualquier asociación lícita, se ven atacadas por mismo efecto y genera angustia en las poblaciones, puesto que, lo que ignora, es, cada vez, mayor, a nuestros conocimientos y nuestras potencialidades.
Entonces, en esos términos, tenemos a un hombre que se dice a si mismo - postmoderno - en el que la entropía ha debido pasar, consecuentemente; del estado salvaje a el estado civilizado y espiritual.
Pareciera ser una especie de prueba de la naturaleza, que permite la selección natural, sobre la existencia o no, de los sistemas (en nuestro caso, como una especie de entropía, responsable de hacernos humanos, como conjunto de propiedades propias e inciertas, imputables a cada quien, a diferencia de las demás criaturas) en nuestro caso, la humanidad, que requiere, por tal razón, es quien se pone a prueba, en los términos que ya hablamos mostrar cuanto resiste, nuestra humanidad.
Puede observarse con las noticias, por ejemplo, pronto, parecieran desvanecerse, en términos del mismo autor, los efectos sobre las colectividades, que actúa como una pérdida de memoria histórica permanente, que nos muestran como la verdad, se aleja cada vez más aceleradamente sobre nuestro saber y entender de las cosas debido al volumen aplastante de la información - sin poder interpretar a la velocidad, que, se recibe por el sujeto - constituye en el individuo un efecto de aplastante incertidumbre, en cuyo rango de probabilidades - todo es posible - en, por ejemplo, los llamados Milenias.
Es por lo tanto, la aceleración del tiempo, tofleriena, la que pareciera, estar constituyendo un problema entre la información producida y la información que es interpretada, junto con, el fenómeno de la obsolescencia (sin contemplar la pérdida generalizada de todos los valores, religiones y creencias; igualmente acelerada) de la memoria colectiva, que es tan esencial; todo esto, acompañado de la perdida generalizada de las identidades, los estados y las familias.
De cualquier manera lo único que parece, habérseles ocurrido es, la de la Tecnocracia y el transhumanismo, que es el camino que parecen llevar.
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