Porque tiene cara amarilla el fuego
¡sombrea los rostros la fogata ¡
al rítmo de los robles sonrriendo.
La magia de los dátos sucediendo
ilunibana aquellos rasgos... las almas
escurre sobre los bosques un sueño.
Dos párrafos descutindo páginas
¡el ciprés pecando de igénuo!
monótona la lluvia preguntaba.
La luna no discutía los deba pintar
piedras en el suelo que ¡sonabana al andar!
sombrea los sombreros de paja.
Recién acabo de recordarte ¡pintado!
al ritmo de los robles ... sonrriendo
en el bosque quedaste encantado
Párrafo tras párrafo pintaban el cielo
escribiendo ¡tu destino!en los dátos
los rostros iluminados mintiendo.
Los grillos, los dátos, el olor a pino y ciprés
ingénuo ¡pies enzartados¡ con tu sombrero
te vi sentado en el bosque durmiendo de pié.
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