El Leviatán ya no quiere más tributos ahora exige nuestras almas, nuestros sueños y nuestras voluntades; estamos siendo reducidos a la calidad de ¡apetitos!
TARDE
Gracia de enero bendita en la tarde la playa llueve en placeres que surcan en ritmos de percusivos caminos sobre arena blanca ave María enloquece mi mente se besan sol y rojo fuerte formando plateado y encendido naranja se escucha el todo y la nada sabroso despierto la siesta en el bar y en mi cerebro un hemisferio nuevo que surca en ritmos de percusivos caminos sobre arena blanca bendita la tarde y la playa que llueve en placeres ave María enloquece mi mente
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