La vida nos da nuestros propios Montes Sinaí
nuestra propia cruz que compartir; recuerdos, 
nuestros mares Rojos, pueblos perdidos 
el maná del cielo; el poder de elegir, pues no 
algo distinto destino que probar por empatía, pues sí, 
la naturaleza a su modo nos ha elegido ¿sucesos? 

Compartir sueños, al mismo tiempo y en todo lugar;
dejemos nuestro nombre, nuestros egos (animalitos 
entrar en razón, nuestra propia cruz) 
Metidos dentro de una página ¡nuestra pepita! 
por el hombre, el poder de amar; recuerdos 
el deseo de ser nosotros, en el otro ¡resucitar!
Hacernos uno, con el otro; una sola humanidad, todos 
compartiendo sueños, al mismo tiempo y en todo lugar. 


Nótese que si invertimos nombre con hombre ¡cambia! el paradigma, se lo dejo a elección - solo debemos girara un hilo de la tuerca (... sin que se entere Google) + Nuestra propia arza de la alianza.

- Hoy solamente soy alguien que se metió en mi blog para compartir sueños, al mismo tiempo y en todo lugar, mientras usted se nos ocurre, aquí; en la eternidad. 

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