Hoy ganó Lula el Brasil (pero no se nos olvide, ... que todo es parte de una agenda) Todo es un show -la apariencia- (el poder real, continua en manos de los mismos) Lo que está en peligro real, es nuestra psique (alma) nuestra identidad (nuestra persona) Pronto seremos cosas (simples usuarios)
La lucha es interna, en la vida diaria, en nuestros hogares (reinos) estamos siendo atacados por nuestros propios dispositivos celulares. La lucha es espiritual, es una lucha de principios y valores por la unión de la humanidad-
La lucha es interna, en la vida diaria, en nuestros hogares (reinos) estamos siendo atacados por nuestros propios dispositivos celulares. La lucha es espiritual, es una lucha de principios y valores por la unión de la humanidad-
Entre paréntesis; resulta interesante escuchar, como en Brasil se habla de - una mafia neo pentecostal - que algunos autores mencionan, descripta como una red de iglesias pentecostales (organizadas en los años setentas de manera sistemática) por los órganos de inteligencia, de los estados latinoamericanos, en contubernio con órganos de inteligencia de los Estados Unidos y los cuales que habrían sido incrustado en los segmentos fundamentalistas de los países, que han sido organizado por los políticos como medio de extorción a sus feligreses.
Es importante resaltar, de que, se trata de fenómenos que se ha realizado en toda américa latina de manera simultánea, junto con la aparición del fenómeno de la maras; mismos que siempre se ha atribuido a una condición social, inducida en la sociedades por los gobernantes como una estructura militar (en ese sentido ambos fenómenos comparten tal tipo de estructura de mando)
Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales (Ef. 6:12)
Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales (Ef. 6:12)
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