Violines de arce
y abeto
que nos cantan
frotando sus historias
de deseos
rojos y cerezas
Frecuencias
que matan amando
en mis manos
que provocativas
se enredan
en el púlpito
de tus piernas
besándolas
lentamente
estrofa por estrofa
El espejo
de los placeres
sin ropa interior
con la imagen
de tu falda
empapada
en el vino blanco
de tu boca
que espera
respirando vida
y tu blusa entreabierta
palpitando locura
al calor de las velas
Abrazo
como los dioses
una sola
de tus piernas
y al momento
exacto
descendemos
juntos
al centro
del planeta
nuestra
pasión estalla
muerdes
lo que sea
en histeria
aprisionamos
nuestras manos
Y el sexual silencio
en el destello
escuchando
satisfechos
las afrodisíacas
cuerdas
de los instrumentos
que llorando
fusionan
nuestras esencias
en tu templo