Somos ... ¡hay tu pueblo! y ¡el hay de mi!
sometidos a un pensamiento complicado, ... ¡másico!
Acorralados, entre pegajosas telarañas para locos
de soñadores que se enredan soñando,
entre el complejo vacío y el eco de todos, en coro,
¡de vacío másico! y de loros que repiten en el vacío,
ocupados en el a saber ... de miradas en un punto fijo
que entre tejen los destinos y horizontes, siempre fijos,
entrelazados de sucesos entre humos vertidos,
por incensarios milenarios de estrellas y lunas
de galaxias milenios y luces que se difuman
entre la entada y la salida ... dos campanazos ¡sagrados!
acoplados en el misterio, de pasados y algún, ...
aún por venirse, del nacer de la vida y de la muerte,
entre textura ¡metálicos! de pueblos, tejidos en el tiempo,
de dos hilos que se abrazan; alma con alma,
entre el inquieto infinito, ... de inteligencia tácita,
de universos, que chocan de frente, espíritu con espíritu
emitiendo ¡frecuencias humanas! entre telarañas para locos,
¡en el frenesí! del ego electromagnético de las partículas.
Sucesos cara de portazos; ante argumentos que respaldan
nuestras verdades que se cierran comunes y corrientes
salidos de ríos mágicos, ocupados en el a saber ... diverso,
mientras que, el sistema discrimina nuestro discurso
en el complejo vacío de los noticieros apagan nuestras llamas.
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