Hay una parte que le llaman – el por ahí –

no la conozco aún, pero ahí le caigo …

solo - le apacho el ojo - y ahí me deja entrar,

¡el sonido que no aparece¨¡ la luz del teatro

obscurece … ábrete sésamo, dos veces

… ahí dentro de ti, me quiero quedar,

 tú; que, dentro de tu capullo, nunca te metes,

el péndulo que se mueve ¡el espíritu que se prende!

La flecha que suspira cuando penetra … zas

¡… y la vida que quiere bailar¡

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