Todas las guerras en la era capitalista son y han sido guerras de bandera falsa, son simples negocios, empero que, se tienen que verificar, con la condición imprescindible - necesaria y suficiente - complicidad de la prensa y el financiamiento del sistema financiero, quienes se constituyen en cómplice irreemplazable de todo ello, indispensable para justificar las guerras interminables y las enormes inversiones en las industrias armamentistas, salubristas (hoy armas en su nueva definición) o cualquier otro tipo de monopolio, este último, como mecanismo de repartir prebendas, obviamente, fuera del sistema de libre empresa y que promueve el monopolio, de los aparatos represivos del estado, para el beneficio y la impunidad, por parte de algunos cuántos; quienes, seguramente ignoran que el proceso evolutivo humano de selección natural ya concluyó.

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