Muy dentro del tercer ojo...

El problema resulta de habernos acostumbrado a obtener nuestras satisfacciones por medio del lucro 
- lucrad los unos con los otros - Fabricamos un mundo que no es más  un espacio para lucrar
- un aquí y ahora sin un más allá - un mundo sapiens - sin espíritu - gobernado por criaturas primitivas;
lo cual, implica necesariamente trabajo y recompensa en un mundo que está terminando con el trabajo.

De criaturas a mercancías. 

¿Alquimia o metamorfosis?... preguntaba el gran tentador a los usuarios.




















































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































 

  
      























































































































































































































































































































































































































 




































































































   
 
 



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