Pongamos el corazón del hombre en el mundo ¡a ver que sucede! 
dentro muy dentro de un misterio ¡para que palpite! en sus calles 
dentro del cajón de cualquier guitarra ¡para que aprenda a gritar! 
dejemos que utilice sus propias palabras ¡en un blanco pentagrama! 
Dejemos que escriba su propia historia ¡a ver que nos cuenta! 
el tumbo repetido, dentro muy dentro; cruces de cuatro caminos,
que le acompañen el piano y la flauta, dejemos ¡que conozca la magia!  
que cruce la línea con sus actos ¡para que aprenda a gritar! 
dentro muy dentro de un misterio ¡para que palpite! en sus ciudades,
pongamos su corazón de hombre en su pecho ¡a ver que sucede!


 

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