Las mariposas concurrian en los cielos del verano
alocadas como besos de pasión
las guitarras parecían enamorarlas en lo verde
el amor producía colores y sensaciones
entonando aquella margarita en tus manos
sobre tus piernas en el campo acariciando mi rostro
jamás fue mas azul el cielo disperso entre los naranjos
la quietud alimentaba nuestro diálogo en silencio
el planeta entero latía naranja junto a nosotros
iluminando tus rastas de adolescente enamorada
allí fue en donde nos miramos el uno al otro
haciéndonos un mismo paisaje en nuestras pupilas
deseamos no regrasar jamás



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